Extrańos en el barro
Estos mutantes, comida de sangre-
Para la planta que es arada.
Están esperando para llevarnos...
Al jardín dividido.
Ya saben de forma mas pálida
y cruel llega la muerte...
en la hora mas extraña...
sin anunciar sin haberla planeado uno...
como un invitado pavoroso y empalagoso
que uno sube a su cama.
La muerte nos convierte a todos
En Ángeles y nos da alas...
Donde antes teníamos hombros,
Suaves como las garras de un cuervo.
Se acabo el dinero,
Se acabaron los vestidos caros.
Este otro reino parece ser
De lejos el mejor...
Hasta que su otra quijada
Nos revela el incesto...
Y una obediencia indiferente
A una ley inanimada.
No iré.
Prefiero un banquete de amigos
A la gran familia..